
En el ámbito empresarial y financiero, el contrato de leasing o arrendamiento financiero se presenta como una herramienta fundamental para adquirir activos sin necesidad de realizar desembolsos iniciales significativos. A través de esta práctica, la parte arrendadora financiera otorga el derecho de uso y disfrute de un activo, ya sea tangible o inmueble, a cambio de un pago periódico que incluye componentes financieros. Este tipo de contrato está dirigido principalmente a personas jurídicas, empresarios y profesionales de diversos sectores, como la agricultura, la pesca, la industria, el comercio, la artesanía, los servicios y las profesiones. La flexibilidad del contrato permite a las empresas acceder a recursos esenciales sin comprometer sus flujos de efectivo en compras inmediatas.
Características del contrato de leasing
El contrato de leasing es un acuerdo entre dos partes: la arrendadora financiera y la entidad arrendataria. La arrendadora otorga el derecho de uso de un activo a cambio de pagos regulares, conocidos como «canon de arrendamiento,» que no solo cubren el uso del activo, sino que también incluyen intereses y otros gastos acordados previamente. La flexibilidad es un elemento distintivo de este contrato, ya que permite a las partes adaptar los términos según sus necesidades específicas.
Otra característica importante del contrato de leasing es la opción de compra. Al finalizar el período acordado, el arrendatario tiene la oportunidad de adquirir el activo bajo condiciones previamente establecidas. Esta opción puede beneficiar a empresas que desean evaluar un activo antes de comprometerse con su compra definitiva o que requieren activos de alto valor que se deprecien en un plazo limitado.
Ventajas y Desventajas del Contrato de Leasing
Entre las ventajas del contrato de leasing se encuentra la liberación de recursos financieros para otras necesidades, la posibilidad de financiar el 100% del valor del activo, la disponibilidad de tecnología de última generación y ventajas fiscales, como la amortización acelerada del activo.
Sin embargo, también presenta desventajas, como tasas de interés generalmente más altas que los préstamos bancarios tradicionales, la ausencia de servicios adicionales como seguros y mantenimiento, y penalizaciones significativas en caso de cancelación anticipada.
Tipos de Contrato de Leasing
Dentro del contrato de arrendamiento financiero, se pueden identificar varios tipos:
1. Leasing Mobiliario o Inmobiliario: Este tipo de contrato puede aplicarse a bienes muebles o inmuebles, como locales, naves industriales, edificios o terrenos destinados a actividades empresariales o profesionales.
2. Leasing Operativo: En este caso, se cede el uso del activo durante un período específico, pero no existe la opción de compra al finalizar el plazo. Es un arrendamiento financiero puro.
3. Leasing Back: En esta modalidad, la empresa propietaria de un activo lo vende a una sociedad de leasing, que luego cede su uso mediante un contrato de leasing. Este enfoque se asemeja a un préstamo en muchos aspectos.
En cuanto a los plazos, el contrato de leasing ofrece flexibilidad, con duraciones mínimas según el tipo de bien. Los bienes muebles tienen un período mínimo de dos años, mientras que los bienes inmuebles requieren un mínimo de diez años. La ausencia de un límite máximo permite a las partes ajustar los términos según sus necesidades a largo plazo.
Finalmente, es importante destacar que el contrato de leasing no solo afecta la gestión de activos, sino que también conlleva implicaciones financieras y fiscales beneficiosas. Dado que el arrendatario no adquiere la propiedad del bien, pueden obtenerse ventajas fiscales relacionadas con la depreciación y los gastos. Además, la estructura del contrato facilita una gestión más eficiente de los flujos de efectivo y la planificación estratégica.
En resumen, el contrato de leasing es una valiosa herramienta que permite a las empresas adquirir activos sin realizar desembolsos iniciales sustanciales. Además, la opción de compra con plazos adaptables lo convierte en una alternativa estratégica, especialmente para empresas que requieren flexibilidad en sus operaciones.
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